Nuestra historia...

Dicen que el amor no entiende de fronteras, pero tampoco de rivalidades futbolísticas. Y menos mal, porque lo nuestro empezó con un derbi en toda regla.

Nos conocimos en Londres, esa ciudad que huele a lluvia y a té, pero también a oportunidades y casualidades. En nuestro caso, la casualidad fue que una salmantina con el Madrid en el corazón y un madrileño que juró lealtad al Atleti se cruzaran en el momento justo, en el lugar indicado, y decidieran que, pese a todo, valía la pena darse una oportunidad.

Desde el principio, supimos que lo nuestro iba a ser una aventura. No solo porque nuestras discusiones sobre fútbol (entre otras cosas) son dignas de una serie de Netflix, sino porque compartimos una pasión inagotable por descubrir el mundo. Juntos hemos caminado por las calles de Bangkok, regateado en los zocos de El Cairo, sentido la arena de República Dominicana bajo nuestros pies y probado cosas que en el momento parecían una gran idea… y que luego, en retrospectiva, tal vez no lo fueron tanto (un soufflé en París no siempre es buena idea...).

Pero más allá de fútbol, viajes y diversas historias, lo importante de la vida no es dónde estamos, sino con quién compartimos el camino. Y hasta ahora, no se nos ha dado nada mal.

Después de casi 10 años de muchas alegrías y algún que otro sufrimiento, hemos decidido embarcarnos en la mayor de nuestras aventuras: decir “sí, quiero” y seguir sumando kilómetros juntos. Así que aquí estamos, listos para celebrar con todos vosotros este capítulo (y para seguir discutiendo sobre fútbol, por supuesto). Porque si algo hemos aprendido en estos años es que lo bueno de viajar no es solo el destino, sino la compañía. Y nosotros ya tenemos claro que no hay mejor compañero de viaje que el otro.